LÁSER TERAPÉUTICO
La luz de láser es una radiación electromagnética en el rango de energía visible o cerca de lo visible. Los láseres que emiten radiación de baja potencia se denominan láseres blandos, o terapéuticos debido a las reacciones biológicas, bio-eléctricas y bio-energéticas que causan a nivel celular.
La aplicación del láser de baja potencia favorece la regeneración de tejidos lesionados activando la cicatrización de las heridas. Logra hacerlo porque conlleva a la disminución del edema del tejido, líquida la micro trombosis, contribuye a la normalización de la circulación sanguínea lineal y de volumen, aumenta el nivel de oxígeno y de los procesos de intercambio que estimulan la regeneración celular, disminuyendo los fenómenos alternativos, y normalizan el metabolismo. Todos estos procesos contribuyen al efecto analgésico. La analgesia se produce también al actuar sobre las terminaciones nerviosas, pues la radiación láser provoca la estimulación, lo que mejora la conductividad de los impulsos nerviosos y la disminución de la actividad bio-eléctrica del foco doloroso.
Los efectos terapéuticos fundamentales del láser son: antinflamatorios, analgésicos, regenerativos. En efecto aceleran cicatrización post-intervenciones quirúrgicas y traumatismos. También encuentran aplicación en otras afecciones bucales como en hipersensibilidad dental, periodontítis, gingivítis, herpes, aftas y otras lesiones en la mucosa.
Su tratamiento debe ser paliativo buscando aliviar el dolor y fomentar la cicatrización. Tradicionalmente se usan irrigaciones, curetaje del alveolo, curas locales de sustancias antibióticas y analgésicas que se sustituyen cada dos o tres días. Todo el proceso dura por lo general entre 7 a 14 días. Y se asocia con mucho dolor.
El uso de láser en estos casos resulta ser método sencillo, indoloro, no invasivo y muy eficiente. La intensidad de dolor disminuye significativamente desde la primera aplicación de láser.